El proyecto de rehabilitación de fachadas de este edificio en la calle Canga Argüelles, de Gijón, tenía como objetivo principal restaurar las fachadas con las que cuenta. Su evidente estado de deterioro, visible en grietas, desconchados y desprendimientos en el paramento vertical de fachada, podía suponer un peligro para los propios usuarios del inmueble o para el resto de transeúntes de la calle.

Debido, por tanto, a ese evidente deterioro estético como de seguridad de la fachada objeto del presente proyecto, se planteó su rehabilitación mediante la retirada de los revestimientos existentes sueltos o mal adheridos, ya muy deteriorados y, previo tratamiento de la base resultante, la colocación de un nuevo revestimiento a base de piezas de gres porcelánico.

Este nuevo revestimiento se colocó mediante un sistema de fachada ventilada con subestructura de soporte de aluminio y un aislamiento, específico para este tipo de fachadas, constituido por corcho natural.

Cierre de terrazas y fachada uniforme

Además, la fachada se encontraba distorsionada en su diseño inicial, al encontrarse con terrazas abiertas y otras que se habían cerrado por los propietarios debido al poco uso que de ellas se podía hacer. Por tanto, la propuesta también contempló el cierre de las terrazas que se encontraban abiertas.

Se consiguió así un cerramiento de la fachada uniforme, con un diseño que proporciona una imagen agradable. Todo esto además, por supuesto, de la mejora energética que se realizó en el edificio.

Simultáneamente, y aprovechando la ejecución de obras prioritarias sobre la fachada a la vía pública del inmueble, la comunidad de propietarios se decidió a realizar mejoras sobre los cerramientos interiores de los patios del edificio.

Sistema de aislamiento por el exterior (SATE)

Para la mejora y rehabilitación energética de las fachadas de los patios interiores, se propuso la adición de un sistema de aislamiento por el exterior (SATE). Previamente se llevaron a cabo los preceptivos trabajos de saneamiento y reparación de la base existente, que permitieron la adecuada preparación del soporte para recibir la nueva solución con 60mm. de aislamiento.

Se consigue así una mejora global de las prestaciones térmicas del edificio y, por tanto, del comportamiento energético del inmueble.