Dolmen Arquitectos firmó el proyecto de rehabilitación de las dos edificaciones tradicionales del conjunto

Hace poco visitamos el entorno de San Emeterio y la Cueva del Pindal, pasado el Núcleo Rural de Pimiango, en Ribadedeva, Asturias. En ese entorno se encuentran elementos naturales y culturales de enorme valor, muy desconocidos, poco visitados pero enormemente interesantes:

La Cueva del Pindal, con pinturas prehistóricas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El encinar de San Emeterio, una de las mayores masas de este árbol mediterráneo en Asturias, con una importante actuación de repoblación del Ayuntamiento y el Principado.

La capilla de San Emeterio y el «prao de la fiesta» a sus pies, que tuvo su protagonismo en la película de José Luis Garci «El abuelo».

Las ruinas del monasterio cisterciense de Santa María de Tina, unas maravillosas ruinas románicas bien conservadas.

Y, por último, el Centro de Interpretación de todo el conjunto, un par de edificaciones tradicionales rehabilitadas según proyecto de Dolmen Arquitectos e inauguradas en el año 2008. Da gusto ver cómo se mantienen bien conservadas, por mérito del Ayuntamiento de Ribadedeva, y cómo su diseño sigue siendo totalmente actual once años después. Es de esperar que el Ayuntamiento pueda reabrir al público este centro de interpretación lo antes posible.

Todo este conjunto merece una pequeña excursión de fin de semana, con una caminata muy asequible, de unos 4-5 kilómetros, que no dejará indiferente a nadie.

Si esta ruta se completa con un aperitivo en Bustio, una comida en el Restaurante El Mexicano de Colombres y una visita al Archivo de Indianos, el día será memorable.